«Las mujeres percibían indicios, pero ninguna preguntó por qué a Samantha le había salido una erupción en las manos ni por qué Nathalie comenzó a beber por la tarde y a llevar la botella de whisky de centeno casa en casa, ya que ninguna podía darse el lujo de comprar alcohol salvo para las diversiones nocturnas, cuando los hombres estaban presentes. Ninguna pareció enterarse de que un día Bliss salió gritando para que Cheryl quitara la bicicleta de la calzada y su voz se alteró y sonó como un chillido histérico. Todas se daban cuenta de que sus voces les pasaba lo mismo a veces, cuando la lavadora perdía agua, el beicon se quemaba, Johnny se caía y se abría la cabeza y más tarde Norm, Paul o Hamp llamaban para decir que esa noche volverían tarde porque tenían una cena.»
«Solo para mujeres» Marilyn French